La Cultura (oicumene) como Abstracción del Hogar Colectivo de los Seres Humanos

Para citar este artículo:
Arcia G., John H. (Abril de 2016). La Cultura (oicumene) como Abstracción del Hogar Colectivo de los Seres Humanos. Web universo arke. blog-topos, Reflexiones. Recuperado de: https://www.universoarke.com/blog-topos/reflexiones/la-cultura-oicumene-como-abstraccion-del-hogar-colectivo-de-los-seres-humanos. Abril 25, 2024 - 06:19
Palabras Clave: 
La Vía Láctea. Peter Paul Rubens
La Vía Láctea. Peter Rubens

Resumen:

La oicumene es una de las nociones fundamentales para la reflexión sobre el discurso histórico de la cultura occidental; además, permite entender la influencia que posee la mitología de la antigua Grecia, en la abstracción que realiza la mente –de cada sujeto- sobre lo cultural. Es por eso que el título del presente escrito, presenta la cultura como “Abstracción del Hogar Colectivo de los seres Humanos”; es decir, la abstracción del hogar es la relación que se establece entre la mente y el colectivo de seres humanos, mediante el tejido cultural. Dicho tejido es, por lo tanto, también de carácter abstracto, y dicha abstracción en la historia de occidente, se encuentra asociada con la idea de hogar que subyace en el discurso de la antigua Grecia, que a su vez tiene como fundamento a la diosa Hestia, diosa del hogar.

El filólogo alemán Werner W. Jaeger (1888-1961) en una de sus más reconocidas obras llamada Paideia, considera que uno de los aspectos fundamentales para entender el curso histórico y la noción de cultura en occidente es la oicumene. Traducir este concepto en lengua española tal y como se presenta en el contexto de la antigua Grecia no es posible, sin embargo, se puede comprender el valor que posee para este pueblo cuando se reconoce la cercanía que tiene con la palabra oikos, la cual se puede interpretar como casa, vivienda, habitación, hogar, entre otras.

Oikos es la referencia que se tenía en la lengua griega para el hogar que conforma una familia. Dicha expresión poseía tal importancia, que en cada una de las casas debía existir una hoguera como ritual permanente ofrecido a la diosa Hestia (diosa del hogar). Se pensaba que si el fuego se extinguía, el hogar se acababa. Es en este contexto en el que emerge una de las primeras expresiones que en el curso de la historia se conocería como cultura, y por eso, se considera hogar colectivo de los seres humanos, a la expresión oicumene.

La oicumene no era simplemente la reunión de un grupo de hombres en un territorio específico y debidamente distribuido en habitaciones, puesto que dichos hombres y esas habitaciones, estaban orientados por unos ideales de comunidad y ser humano; que permeaban cada momento de la vida cotidiana del pueblo griego y que simbólicamente, se conservaban bajo la representación ritual del fuego. Estos ideales guiaban el comportamiento de los ciudadanos de la polis y por lo tanto, se encontraban reflejados en la psique –alma- de cada uno de ellos. De tal manera que cada ciudadano desde la psique, era el reflejo de los ideales comunes de la polis; pero a su vez, la oicumene era el reflejo de la vida psíquica de cada hombre.

En la actualidad sucede de forma similar, en el sentido de que cada sujeto es el reflejo de la cultura que habita y a su vez, cada contexto cultural es el reflejo de la gente que allí se encuentra. Tanto en la antigua Grecia como en los tiempos modernos, la cultura -oicumene- es un proceso que distingue la forma como una comunidad habita un territorio; de tal manera que las características del entorno también intervienen en la configuración de éste proceso.

En la antigua Grecia el territorio se encontraba animado, en otros términos, todo (rocas, árboles, agua, nubes, objetos…) estaba permeado de vida. Por el contrario, el sujeto moderno distingue en su entorno: la vida de la muerte; pero la mayor parte de la materia que se encuentra alrededor, está permeada de muerte. Esto permite reconocer que las influencias que ejerce el entorno sobre la cultura, pueden ser tan importantes como el impacto cultural del entorno. Por lo tanto, el entorno moderno se encuentra relacionado con una comunidad de hombres que mentalmente distinguen en él (el entorno), lo vivo de lo muerto; pero con predominancia hacia éste último.

La cultura moderna está en un lugar muy distinto al de la antigua Grecia, no tanto porque la topografía haya cambiado, sino también, porque la perspectiva mental del sujeto moderno, distingue lo vivo de lo inerte. Esto implica que la forma como habita una comunidad de hombres el entorno, se encuentra determinada por la perspectiva mental de cada uno de los sujetos que allí viven; que en últimas, poseen como mayor vínculo social, la cultura – oicumene-.

La cultura moderna se encuentra configurada y a su vez configura, la mente de cada sujeto que en ella habita. Así como el fuego hacía parte del ritual a Hestia, en la actualidad los medios de comunicación hacen parte del ritual al dios del lenguaje –Apolo-. El lenguaje es camino por excelencia de la abstracción, punto de partida para el despliegue mental.

La mente también es el lugar íntimo y en muchas ocasiones refugio del sujeto moderno, así como en la antigua Grecia era la psique. Por lo tanto, la cultura es el hogar colectivo y abstracto de los seres humanos. Porque si algo es posible afirmar, es que la cultura moderna se encuentra influida por el desarrollo mental. De allí que sea posible considerar que abstractamente, la cultura se fundamenta en la mente de cada sujeto que la conforma. Pero también le brinda refugio y acompañamiento a los productos de la mente, que se hacen presentes en las relaciones interpersonales. Por eso, el encabezado de este escrito es: La Cultura –oicumene- como abstracción del hogar colectivo de los seres humanos.

Bibliografía:

WERNER W., Jaeger. Paideia. Los ideales de la cultura griega. Fondo de cultura económica. México, 2004.